Vino, viñas, barricas y una bodega única… Fotografiar paisajes y hacerlo fusionándolos con el amor de una pareja es una de las cosas que más me gustan de mi trabajo. María y Santi me permitieron disfrutar de ello durante todo el 14 de septiembre de 2019. Tras 14 meses de preparación, todo salió perfecto.
Los novios se prepararon junto con sus familias en dos suites del Hotel Eguren Ugarte. “Las vistas hacían que esos nervios que tenían se quedaran relegados a un segundo plano. Hectáreas y hectáreas de viñedo a los pies de la sierra de Cantabria hacían que todo fuera rodado, nos aportaban paz y tranquilidad en una bonita tarde de septiembre”, cuentan los novios.
El entorno era espectacular y yo no dudé en acompañarles desde primera hora del día en el hotel para recoger con mi objetivo todos los momentos de su preparación y cada uno de los instantes emotivos que se vivieron.
La ceremonia se celebró en las Bodegas Eguren Ugarte. Allí, en un espacio interior empedrado vivieron su “sí, quiero”. Tras ello, celebraron el cóctel en el jardín y la cena en la bodega. El espacio escogido para la fiesta fue la cueva Anastasio, un lugar encantador y que me permitió capturar fotografías diferentes.
“Conocíamos las bodegas, siempre nos habían gustado, y fue el primer y único lugar que nos planteamos para nuestro día. Nos alojaron en la suite principal del hotel para la noche de bodas, y sus 20 habitaciones restantes las reservamos para los familiares que venían de fuera de La Rioja”, cuentan los novios. Este precioso lugar, además de disponer de un entorno de diez, cuenta con un servicio de lo más completo para que los novios no tengan que preocuparse de nada.
Una vez escogido el lugar y reservada la fecha, María y Santi comenzaron con la búsqueda de sus looks. Ella se decantó por un vestido de novia de Jesús Peiró que adquirió en Marengo Moda. Combinó el diseño con unos zapatos de Tafiletes y un tocado de Le Chat Blanc Shop.
El novio, por su parte, no dudó en escoger un chaqué en color azul marino que diseñó para él César by Antonio Vidal.
Ambos lucían radiantes a su llegada a la ceremonia. Cada rincón estaba decorado por Nardos Floristas en tonos blancos y verdes, con un toque silvestre y en torno a la temática del vino. La papelería, a conjunto, fue obra de L’Atelier de Cocotte.
La personalización en un evento es muy importante, sobre todo si se trata de una boda. Hay que buscar una decoración acorde a los espacios y al lugar de celebración, y María y Santi supieron hacerlo como nadie. Todos nos deleitamos con una boda inspirada en una temática que identificaba a los novios.
Toda la ambientación giró en torno al vino, con unos espacios que hicieron de la boda que fuera inmejorable. El dinamismo y cambio de espacios hicieron disfrutar de cada rincón a todos los invitados. “Siempre habíamos pensado en una boda elegante pero no sobria, con guiños a las raíces riojanas, con una temática que nos inspirara a la naturaleza”, detallan María y Santi.
Por ello, se decantaron por una celebración con toques vinícolas, rodeados de viñedos, en una bodega y con una decoración que hacía un guiño al campo, con toques verdes de olivo y eucalipto. Las mesas del banquete tenían cada una un nombre de distintas variedades de uva, con cada sitio personalizado con el nombre de cada uno de los invitados tallado en madera. Esto me permite capturar en fotografías una historia, la de los novios en su gran día, con una temática que sigue un hilo conductor, dándole sentido al conjunto del reportaje.
Si algo no quisieron los novios que faltara el día de su boda fue la música, que estuvo presente en cada parte de la celebración. En la ceremonia disfrutamos de un trío de piano, violín y soprano, Bodas y Eventos Musicales, y el cóctel, el banquete y la fiesta estuvieron amenizados por NDS Music.
La pareja dio paso al baile con You are the reason, de Calum Scott y Leona Lewis. Una canción lenta, un dueto excepcional y que trasmite mucha fuerza y sentimiento, y eso fue lo que capturé en las fotografías.
El momento de entrada en el banquete al ritmo de Shut Up and Dance fue uno de los que los novios recuerdan con mayor ilusión: “Todos los allí presentes transmitían muy buenas vibraciones, muy animados y con una ilusión y emoción que nos la hacían llegar en cada salto y cada paso que íbamos dando hasta llegar a nuestra mesa. Una fuente de fuego frío nos abrió el camino para la entrada al banquete, que iluminó e hizo vibrar a todos los invitados en nuestra entrada”.
Confiesan que también hubo momentos muy emocionantes, de los que llegan al corazón, durante la ceremonia: “Fue muy especial el momento de lecturas de amigos y familiares, donde los recuerdos y sentimientos los teníamos muy presentes en cada palabra que nos dirigían. Todo ello con el piano de fondo que hacían del momento que fuera único. No pudimos evitar emocionarnos en más de una ocasión, fue un día inolvidable desde el inicio hasta el fin”.
“El día transcurrió rodado, con una organización exquisita y tal y como lo habíamos planeado. Un día único, con muchas emociones y rodeado de la gente que nos quiere: familia y amigos que fueron protagonistas en todo momento de nuestro día”, recuerda la pareja.
“El día transcurrió rodado, con una organización exquisita y tal y como lo habíamos planeado. Un día único, con muchas emociones y rodeado de la gente que nos quiere: familia y amigos que fueron protagonistas en todo momento de nuestro día”, recuerda la pareja.
María y Santi aconsejan a las parejas que están organizando su boda lo siguiente: “El cariño y la dedicación con que se prepara la celebración es muy importante. Cada una de las ideas tienen que partir del corazón. Así es como se garantiza que vuestro día sea único e inolvidable”. ¡Enhorabuena pareja!
Y para recordar ese día para siempre, no dudéis en contactar conmigo. Mi estilo de fotografía es natural, espontánea y documental, siempre apuesto por inmortalizar lo que ocurre, sin intervenir y sin crear situaciones forzadas. ¿Hablamos?