Desconozco los motivos que llevaron a Nietzsche a sentenciar que La edad de casarse llega antes que la de amarse. Quizás a Nietzsche le quedaba el consuelo de creer que después de ese forzado “Sí, quiero” llegaba el “Te quiero” auténtico, o que el amor se convertía en un sucedáneo de la rutina, como si fuese otro deber impuesto que ayudaba al matrimonio a sobrevivir. Y si no, que se lo digan a Alicia y a David El amor los sorprendió un 26 de Noviembre de 2006. Tenían solo trece años, a una edad tan temprana como imprecisa en la que uno ya no es un niño y no quiere que le tomen por tal, pero tampoco un adulto con todas las responsabilidades que eso conlleva.
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